En esta nota una aclaración sobre sus alcances, sobre qué hacer y cómo nos puede ayudar nuestro médico.
La prevención
En la actualidad, aunque no disponemos aun de métodos altamente eficaces para la prevención como una vacuna, puede disminuirse la probabilidad de desarrollar cáncer de mama si se adoptan estilos de vida saludables: una dieta balanceada y rica en fibra, el ejercicio regular moderado y el amamantamiento.
Usted bien sabe que así ayudará no solamente a prevenir el cáncer de mama, sino que contribuirá a mejorar su calidad de vida. Por otro lado, el sedentarismo, la obesidad, el consumo de alcohol y la dieta rica en grasas y azúcares aumentan el riesgo de padecer ésta y otras enfermedades.
Cierto es también que muchos de los factores que influyen en el desarrollo del cáncer de mama no pueden modificarse: edad, predisposición genética, edad de inicio de la menstruación o la edad de la menopausia, por mencionar los más importantes. Por lo tanto aprender a anticiparse uniendo prevención con diagnóstico precoz, será muy valioso en éste como en otros temas de salud.
La importancia del diagnóstico precoz
La detección precoz del cáncer de mama aporta grandes beneficios ya que multiplica las posibilidades de curación, los tratamientos serán más leves. Una mamografía de buena calidad y el examen de las mamas realizado por un médico entrenado en esta patología, son las herramientas más efectivas para detectarlo de forma precoz.
Es por eso que en la actualidad, se aconseja que todas las mujeres mayores de 40 años consulten cada año con su médico y realicen regularmente mamografías de control.
Las pacientes con antecedentes de familiares de primer grado (madre, tía, hermana, hija) con diagnostico de cáncer de mama antes de los 40 años, deberán iniciar los estudios
diez años antes de la edad que tenía el familiar cuando se le diagnosticó la enfermedad.
Las limitaciones del auto-examen
Usted habrá escuchado hablar de la importancia del auto-examen mamario, sin embargo este tiene notorias limitaciones. Servirá, por ejemplo, para que consulte rápido si encuentra un bulto, algo extraño. Pero puede pasar que no detecte nada y se confunda, se quede tranquila pensando equivocadamente que está todo bien.
En otras palabras, el autoexamen mensual de sus mamas puede ayudar al diagnostico pero no remplaza al examen realizado por el especialista ni a la mamografía: es un complemento.
Pasos para anticiparse
Para poder anticiparnos es necesario conocer lo que podemos hacer al respecto. Un primer paso de mucho valor es reconocer que el tema existe. Comunicarse, tanto con su médico como con sus familiares y amigas, le permitirá saber más sobre qué hacer y posiblemente ganar en tranquilidad.
Adquirir una rutina, elegir un momento del año para los controles periódicos sin una carga de angustia, son pasos para cuidar tanto la salud como la calidad de vida.
Una aclaración. Esta nota, habrá notado, está enfocada en las mujeres. No incluimos en la misma lo que tendrían que hacer los varones quienes, debemos decirlo, en muy raros casos pueden desarrollar esta enfermedad. Como es algo infrecuente, dejamos este tema para que lo converse con su médico de confianza.
Perspectivas
Amablemente, pacientes del hospital nos contaron que sienten y cómo actúan frente al tema, aquí algunos testimonios que nos autorizaron publicar y compartimos con ustedes:
“Me controlé varias veces y aparte cuando me baño me reviso. No me gusta hacerme el examen porque es incómodo.” Helena, 72 años.
“Nunca tuve problemas, una vez por año me hago la mamografía desde los 40 años.
Sé que con precauciones es un tema que se puede superar.” Isabel, 61 años.
“Yo tuve a los 59, por una mamografía se me descubrió, yo me realizaba controles una vez por año y de golpe me salió. Me lo extirparon y me hicieron rayos, nada más, fue agarrado muy a tiempo gracias a los controles, fue hace 6 años y hoy no tomo nada.” Ana, 65 años.