Muchos son los factores identificados que condicionan la evolución de esta enfermedad, existiendo ciertos grupos poblacionales de riesgo. Los adultos mayores y especialmente aquellos que padecen distintas enfermedades crónicas son más vulnerables. Pero también los pacientes más jóvenes que presentan enfermedades respiratorias, cardíacas, diabetes u obesidad conllevan un mayor riesgo ante la infección. Sabemos que el sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de padecer múltiples patologías crónicas.
Las denominamos comorbilidades ligadas a la obesidad. Las más graves son la diabetes de tipo 2, la hipertensión arterial, el aumento del colesterol y los triglicéridos, enfermedades cardiacas, metabólicas, entre otras tantas.
Muchos pacientes con obesidad padecen de una función respiratoria alterada y del denominado Síndrome de Apnea/Hipopnea Obstructiva del Sueño. Estas enfermedades, sumadas a un síndrome inflamatorio crónico típico de la obesidad hacen vulnerable a estos pacientes ante el COVID-19.
Tal es así, que las estadísticas de EEUU muestran que las poblaciones con más incidencia de obesidad tienen tasas de mortalidad más elevadas y que hasta duplican a las tasas encontradas en otras ciudades.
Es momento de tomar conciencia de esta otra “pandemia” llamada Obesidad la cual provoca sin lugar a dudas un impacto negativo en nuestra sociedad mucho mayor al COVID-19. El número de personas que mueren periódicamente por obesidad supera ampliamente a los ocasionados por COVID-19. Sin embargo las alarmas no suenan de la misma manera por injusto que parezca.
Si usted sufre de OBESIDAD no deje de consultarnos. Existen canales de atención eficaces en estos momentos de aislamiento. El desarrollo progresivo de la telemedicina hace que más y más pacientes tengan acceso a información y tratamientos adecuados.
-Información vertida por el equipo de Cirugía Bariátrica Río Cuarto del IMRC-